No soy creyente aunque me eduqué en una familia tradicional, en la que nos enseñaban a rezar por las noches antes de ir a la cama, y una de nuestras oraciones siempre se dirigía al Ángel de la Guarda, que nos debía proteger de todos los malos acontecimientos que nos esperaban al día siguiente.
Desde entonces no había vuelto a oír hablar de este ser espiritual que, al parecer, nos acompañaba a cada individuo todos los días de nuestra vida. Pero hace unos días escuché una conversación sobre los ángeles en las culturas de diversos pueblos y me pareció bastante interesante. Al parecer, hay referencias de estos entes en las Literaturas de muy distintos lugares y culturas, e incluso se hace referencia a que cada ser angélico, que nos protege, tiene un nombre y éste podremos saberlo mediante indicios, que han de manifestarse en la forma que considere más oportuna nuestro alado protector, ya que estos seres se suelen representar con alas.
Pues bien, me olvidé de este asunto, seguí con mis tareas habituales y con mi ajetreada vida. No obstante me quedó el deseo de informarme sobre tales seres, así que me dirigí a una biblioteca cercana a mi casa, y en el camino, con escepticismo y un poco en broma, iba pensando en cuál sería el nombre del Guardián que me habría correspondido, y, cosa curiosa, me vino a la mente un nombre que no conocía "Zael". Seguí caminando y recibí como una especie de ráfaga mental en la que se colocaba una "A" delante del nombre, y como si alguien lo repitiera a lo lejos, se oía una y otra vez: "Azael, Azael, Azael".
Una vez llegué a la Sala de consultas busqué ambos nombres. "Zael" y "Azael". El primero resultó ser un bonito pueblo de la provincia de Burgos, y el segundo, un ángel rebelde que, según se cuenta en la Biblia, no debió comportarse muy bien con los mandados del Señor. Además, en la mucha literatura que se ha escrito sobre este ángel díscolo se dice que representa el elemento "agua" (¡qué casualidad!, yo soy del signo Acuario). Así mismo encontré información en la que se analiza el origen hebreo de este nombre que viene a significar 'la fortaleza deDios'.
Bien, ya parece que tengo un nombre de ángel guardián, pero ¿será el mío?, ¿cómo me guardará alguien que se declaró en rebeldía? La verdad es que me parece curioso lo sucedido, que me ha servido para informarme sobre "materias angelicales", y me ha alegrado ver y comprobar que en este mundo de violencia, pasotismo, prosaismo y marrullería, siempre hay alguien que pone su mirada en el Azul en espera de que lo ilumine alguna estrella.